La reciente propuesta legislativa en Estados Unidos para imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas al extranjero ha generado una fuerte reacción por parte del gobierno mexicano y preocupación entre las comunidades migrantes. Impulsada por legisladores republicanos, la medida busca aplicar este gravamen a partir de 2026, excluyendo únicamente a ciudadanos estadounidenses .
México, que en 2024 recibió más de 64,700 millones de dólares en remesas equivalentes al 3.5% de su Producto Interno Bruto (PIB), podría enfrentar una pérdida anual de al menos 3,250 millones de dólares si se implementa el impuesto . Expertos advierten que esta medida afectaría especialmente a las comunidades rurales y marginadas que dependen de estos ingresos para necesidades básicas como salud, educación y alimentación.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado la propuesta como “inaceptable” y “discriminatoria”, argumentando que los migrantes ya contribuyen fiscalmente en Estados Unidos . El gobierno mexicano ha iniciado una ofensiva diplomática, incluyendo el envío de cartas a congresistas estadounidenses y reuniones con comunidades mexicanas en EE. UU., para expresar su rechazo a la medida.
Un grupo de 24 congresistas hispanos demócratas ha solicitado detener la propuesta, argumentando que es injusta y perjudicial para millones de inmigrantes, incluidos indocumentados, residentes permanentes y trabajadores con visados temporales . Además, expertos advierten que el impuesto podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, aumentando los riesgos en materia de seguridad y reduciendo los ingresos fiscales.
Actualmente, en México no se cobra ningún impuesto por recibir remesas. Según la Ley Federal del Impuesto sobre la Renta, las remesas enviadas por familiares directos se consideran donaciones exentas de impuestos en la mayoría de los casos . Sin embargo, la posible implementación del impuesto en Estados Unidos ha generado incertidumbre y preocupación tanto en México como entre las comunidades migrantes.
La propuesta aún debe ser aprobada por el Congreso estadounidense y firmada por el presidente para entrar en vigor. Mientras tanto, el gobierno mexicano y diversas organizaciones continúan sus esfuerzos para evitar que esta medida se materialice, destacando la importancia de las remesas para millones de familias y la economía nacional.
