Cada año, cientos de familias mexicanas que radican en Estados Unidos enfrentan la dolorosa situación de repatriar los restos de un ser querido fallecido. El proceso está regulado por leyes de ambos países y requiere cumplir trámites sanitarios, consulares y aduanales para garantizar un traslado seguro y legal.
El primer paso es registrar oficialmente el fallecimiento en Estados Unidos. Esto se hace ante la autoridad local (condado o ciudad) donde ocurrió la muerte, que expide un acta de defunción estadounidense. Es indispensable solicitar varias copias certificadas del acta, este documento se usará para trámites funerarios, seguros y gestiones ante el consulado mexicano.
Notificar y solicitar apoyo al Consulado de México
El Consulado de México más cercano brinda orientación y, en algunos casos, asistencia económica para gastos funerarios, Se solicita la expedición de un “Permiso de Internación de Cadáver” o restos humanos, documento exigido por las autoridades mexicanas para permitir el ingreso, también revisa que los documentos estén en regla y extiende un Certificado de No Contagio (si aplica).
es muy importante Contactar una funeraria con experiencia en repatriación no todas las funerarias ofrecen el servicio de repatriación. Se recomienda contratar una funeraria con licencia y experiencia en traslados internacionales, que gestione:
- Embalsamamiento conforme a normas internacionales.
- Certificado de embalsamamiento.
- Ataúd y embalaje especial aprobado para transporte aéreo.
- Coordinación con aerolíneas.
Documentación básica para ingresar restos a México
De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Salud, se requieren:
- Acta de defunción estadounidense (apostillada y traducida al español si se usa para trámites en México).
- Certificado de embalsamamiento.
- Certificado de defunción consular (expedido por el Consulado de México).
- Permiso de internación sanitaria.
- Copia de identificación del fallecido y del solicitante.
En caso de trasladar cenizas, los requisitos son más simples:
- Acta de defunción.
- Certificado de cremación.
- Urna debidamente sellada y etiquetada.
Traslado por vía aérea
Las aerolíneas exigen que los restos humanos viajen como “carga” en vuelos regulares. La funeraria se encarga de reservar el espacio y coordinar la entrega en el aeropuerto de destino en México.
Se recomienda informar a familiares en México para que una funeraria local reciba los restos.
El costo del traslado varía según la distancia y el tipo de servicio, pero puede oscilar entre 4,000 y 10,000 dólares. El Programa de Protección Consular de México y algunas asociaciones de migrantes ofrecen apoyos económicos o gestionan descuentos con funerarias.
En México, una funeraria local recoge los restos en el aeropuerto y se encarga de los trámites aduanales y sanitarios para su entrega a la familia. Posteriormente, se puede registrar la defunción en el Registro Civil mexicano para tener un acta nacional.
Conclusión
Repatriar a un ser querido desde Estados Unidos a México es un proceso sensible que requiere coordinación entre funerarias, autoridades sanitarias y consulados. Con la documentación correcta y el apoyo consular, las familias pueden realizarlo de forma legal y segura, evitando contratiempos en un momento de duelo.
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