La llegada de los conquistadores españoles al continente americano a principios del siglo XVI marcó uno de los episodios más transformadores y dolorosos de la historia. Tanto en el actual territorio de México como en lo que hoy es el estado de California, miles de comunidades indígenas enfrentaron con valentía y resistencia el intento de sometimiento por parte del Imperio español. Aunque en los libros de historia suele destacarse la conquista militar, la resistencia indígena fue un proceso prolongado, diverso y lleno de actos heroicos que aún hoy mantienen viva la memoria de los pueblos originarios.
En México, la conquista comenzó formalmente en 1519 con la llegada de Hernán Cortés al territorio de los mexicas. Sin embargo, no fue un proceso rápido ni sencillo. Diversos pueblos indígenas opusieron una resistencia firme, entre ellos los mexicas, tlaxcaltecas disidentes, purépechas, mayas, y mixtecos.El último emperador mexica, Cuauhtémoc, se convirtió en símbolo de la defensa del territorio y la dignidad indígena al resistir el asedio de Tenochtitlán hasta el 13 de agosto de 1521. Pero la lucha no terminó allí: regiones como la Sierra de Oaxaca, la Huasteca y la península de Yucatán vivieron décadas e incluso siglos de resistencia.
Uno de los episodios más notables fue la Guerra de Castas en Yucatán (1847-1901), un levantamiento maya que, aunque ocurrió siglos después, fue la continuación de un largo proceso de resistencia frente a la colonización y el despojo.
En lo que hoy es California, la conquista española comenzó más tarde, en el siglo XVIII, con la fundación de las misiones franciscanas impulsadas por Fray Junípero Serra entre 1769 y 1823. Estas misiones tenían el objetivo de evangelizar y “civilizar” a los pueblos nativos, pero también sirvieron como herramienta de control territorial y laboral para el Imperio español.
Los pueblos Chumash, Tongva (Gabrielinos), Ohlone, Yokuts, y Luiseño, entre muchos otros, resistieron activamente el sistema de misiones. Se documentaron fugas masivas, ataques a las misiones y levantamientos. Uno de los más recordados es la Rebelión Chumash de 1824, cuando comunidades de las misiones de Santa Bárbara, La Purísima y Santa Inés se alzaron contra los abusos de los misioneros y soldados españoles.
A pesar de la represión que siguió, esta rebelión marcó un momento clave en la historia de California: el primer levantamiento indígena coordinado en contra del sistema colonial español.
Tanto en México como en California, los pueblos indígenas no se limitaron a resistir con las armas. También defendieron su cultura, su idioma y su cosmovisión frente a los intentos de imposición europea. La supervivencia de lenguas como el náhuatl, el mixteco, el zapoteco, o el chumash son testimonio de que la conquista nunca fue total.
Hoy en día, el 12 de octubre se conmemora en muchos lugares como el Día de la Resistencia Indígena, una fecha que invita a reflexionar sobre la historia desde la perspectiva de los pueblos originarios. En lugar de celebrar el “descubrimiento” o la “conquista”, se reconoce la fuerza de quienes defendieron sus tierras, su libertad y su identidad frente a la colonización.
La resistencia indígena en México y California no solo fue una respuesta militar a la invasión, sino un movimiento profundo de preservación cultural y espiritual que perdura hasta nuestros días. A más de 500 años de la llegada de los españoles, los pueblos originarios continúan reclamando su lugar en la historia, recordándonos que la verdadera conquista nunca fue del todo consumada.

